¡Pacto sucesorio!
Con el otorgamiento de un testamento, toda persona puede disponer libremente de todos sus bienes presentes y futuros con total libertad y esta voluntad puede cambiarse tantas veces como se quiera o tantas veces como cambien las circunstancias personales, patrimoniales y familiares del testador.
Este conocimiento sobre la variabilidad del testamento hace que en ocasiones uno no pueda tener la seguridad ni la tranquilidad de que el testador no cambiará aquel testamento que quiso incluso dar a conocer a sus herederos, facilitando a veces una copia del mismo, produciéndose esta inquietud sobre todo por la especial vulnerabilidad que presentan las personas cuando alcanzan una determinada edad, momento en el que a pesar de conservar su capacidad de obrar, no dejan de estar las mismas condicionadas por factores externos.
Otros
testamentos
No son pocos los casos en que después de la muerte se descubre que el causante ha hecho otro testamento en el que nombra heredero único a uno solo de los hijos, en detrimento de los demás, o nombra a una tercera persona que puede haberse encargado de su cuidado en los últimos meses, o en favor de asesores que se aprovechan de su confianza.
Cambio de
testamento
Otro supuesto con el que podemos encontrarnos es que uno de los designados como herederos o todos ellos tengan el compromiso del testador de recibir en su día los bienes de la herencia para quedar compensados por su trabajo y dedicación, y llegado el momento observen cómo se cambió el testamento por circunstancias que, pese a ser presumibles, nunca podrán quedar demostradas al faltar la persona que procedió a materializar ese cambio.
Evita posibles problemas
con el testamento
Para evitar estas situaciones y la incertidumbre que puede generar la posibilidad del cambio de la voluntad del testador exteriorizada en vida a los beneficiarios de su herencia, que suelen ser los hijos por partes iguales, existe lo que se llama pacto sucesorio donde los acuerdos no pueden dejarse posteriormente sin efecto si no se reúnen las mismas partes que le otorgaron y, por tanto, no queda a decisión unilateral de nadie el cambio del pacto al que se ha llegado.